HOMBRES DEL RENACIMIENTO

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Hace unos días uno de mis contactos en LinkedIn (Raquel Acón) compartía este interesante artículo y lanzaba la pregunta de “si ha dejado de ser la especialización un valor en alza”:

https://lamenteesmaravillosa.com/personas-tipo-t-personalidad-renacentista-un-perfil-muy-demandado/

Confieso que mi aproximación a la interdisciplinariedad me viene de mi época de estudiante. Aunque fui de ciencias, las letras me gustaban y nunca entendí el menosprecio que algunos compañeros mostraban por la lengua, literatura, historia o latín. Después de un efímero paso por la Escuela de Ingenieros de Minas, al llegar al Campus de Humanidades me encontré con que allí no sólo no menospreciaban a las ciencias, sino que anualmente -e impulsado por el inquieto profesor José Luis Caramés Lage- celebraban un Congreso Artístico Interdisciplinar que cada año se dedicaba a un tema, duraba varios días y daba la oportunidad a gente de todos los ámbitos para participar, hablar y reflexionar sobre las más variopintas visiones de la temática en cuestión.

Una vez inmerso en el mundo laboral, viví en primera persona las dudas de algunos sobre qué pintaba un hombre de letras en la empresa o incluso en el sector. Recuerdo que cuando me presenté con mi título de Licenciado en Filología Hispánica para realizar el curso de Ingeniero Europeo de Soldadura, al director del curso se le salían los ojos de las órbitas mientras me pronosticaba que no iba a superar ningún examen: el tiempo, el esfuerzo y el trabajo se encargaron de echar por tierra aquel oscuro vaticinio.

Mi experiencia, en mi campo y por lo que he visto en varias empresas, es que cuando se busca un perfil para un puesto de cierta responsabilidad se sigue prefiriendo a alguien sumamente especializado, mientras que cuando se busca alguien “para resolver” se prefieren perfiles con la versatilidad necesaria para desempeñar varios puestos a la vez o poder cumplir distintas funciones. Ni que decir tiene que no se pretende un “Perfil en T” u Hombre del Renacimiento como se describía en el artículo, sino que –dicho de otra manera- se busca una navaja suiza de esas que tienen múltiples accesorios, aunque a la hora de valorar y retribuir se paga sólo por la función cuchillo.

He conocido casos de profesionales con capacidad para el desempeño de funciones en varios departamentos distintos, con -además- algunas aptitudes artísticas o técnicas -en otros campos- ciertamente notables y que sufren el temido “techo de cristal” por parte de sus superiores como consecuencia (en mi opinión) de la mediocridad del propio superior en cuestión y por la inacción del responsable de RRHH de turno que no siempre conoce el verdadero potencial de su personal.

Como señala el artículo antes compartido, quizá el impulso del Hombre del Renacimiento tenga que llegar desde fuera, desde otras metodologías y ambientes de trabajo donde se ofrezcan sin temor alguno las condiciones para que cada persona pueda desarrollar todo su verdadero potencial.

Desgraciadamente creo que en España iremos a la cola de esta revolución, fruto de muchos años de enfoques que buscaban por una parte la especialización y por otra el menosprecio de las Humanidades. Echen un vistazo a esta entrevista a Camilo José Cela en 1997 donde ya barruntaba algo similar a lo que estamos viviendo:

Para completar la tragedia, la sucesión de Leyes Educativas de los últimos 40 años en este país (seguramente frutos de nobles intenciones pedagógicas) no han funcionado como se esperaban, y talmente parece que no han hecho otra cosa más que fomentar la mediocridad, así que cada vez será más difícil no ya encontrar al deseado Hombre del Renacimiento, sino simplemente encontrar a un especialista que se salga de la reiterada mediocridad.

Para su solaz y entretenimiento, y porque me parece que es la clave de todo lo que nos pasa en esta sociedad hoy en día, les comparto otro artículo de Toni García Arias (Premio al Mejor Docente de Primaria en 2018), donde nos ofrece su visión de la enseñanza hoy en día y que yo participo:

Para animarles un poco, quédense con esta aseveración de don Camilo José en la entrevista: EL QUE RESISTE GANA, así que ya sabemos lo que tenemos que hacer. PACIENCIA

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