
Se cumplen ahora 70 años de la presentación de la Fender Esquire. Seguro que muchos no saben que se trata de la guitarra eléctrica preferida –entre otros- por Bruce Springsteen o Keith Richards, precursora del modelo Telecaster (presentada dos años más tarde) y –en mi opinión- la guitarra que contribuyó más decididamente en la popularización de la música moderna en general y del Rock & Roll en particular.
Esta efeméride puede servir para reflexionar sobre el rumbo que describen las empresas y cómo la profesionalidad o la pasión que ponemos en el desempeño de nuestro trabajo están íntimamente vinculadas a los resultados.
Leo Fender nació en 1909, y con 13 años adquirió de su tío la curiosidad y afición por la electrónica. Se graduó en contabilidad y como tal ejerció en algunas empresas hasta que una crisis en 1938 le puso en la cola del paro. Paradójicamente, a pesar de no cursar estudios en electrónica, su afición en este campo iba incrementándose y de una manera autodidacta hacía que sus conocimientos fueran creciendo.
Sin empleo, pero guiado por su pasión, pidió un préstamo de 600$ y decidió embarcarse en la aventura de un taller de reparación de radios en la ciudad de Fullerton: Fender Radio Service. Enseguida los músicos de la época empezaron a frecuentar el establecimiento para encargarle sistemas de megafonía o reparar los –por aquel entonces- rudimentarios sistemas de amplificación. El siguiente paso fueron los encargos de reparación y modificación de guitarras tipo Lap Steel, y la amplificación de guitarras de caja hueca (estilo español). Debemos recordar que estamos en el inicio de la historia de los instrumentos amplificados o eléctricos.
Enseguida se da cuenta de que el diseño y la venta de sus propios equipos le garantizan mayores beneficios, así que se centra en diseñar robustos y fiables amplificadores y –con la colaboración de D. Kauffman- desarrolla una guitarra tipo Lap Steel. El negocio crece y cambia de nombre a Fender Electric Instruments Company. Tras patentar varios y afamados modelos de amplificadores durante esos años y después de finalizada la IIGM, llega a su negocio el que se convertiría en socio y amigo inseparable desde entonces: George Fullerton. Sabedor de que no lejos de allí otro genio -Les Paul- estaba trabajando en el desarrollo de una guitarra electrificada de cuerpo macizo, comienza a idear una guitarra versátil, de cuerpo macizo y con el mástil atornillado al cuerpo: este concepto no se había visto antes y supone la gran revolución que cambiará el concepto de guitarra eléctrica. Entre las reparaciones que los músicos en ocasiones le encargaban a Leo Fender estaban las uniones entre el cuerpo y el mástil (eran encoladas o de una pieza hasta la fecha) y que se revelaban como un punto de debilidad y rotura en estos instrumentos.
Por fin en la primavera de 1950 sale a la luz la Esquire, guitarra eléctrica de cuerpo macizo de fresno y mástil de arce atornillado al cuerpo. El diseño permitía también que todas las cuerdas fueran paralelas al cuerpo y mástil desde el puente al clavijero, contaba con una pastilla (micrófono), selector y potenciómetros de volumen y tono. Recordemos de nuevo que en esa época las guitarras amplificadas sólo eran las Hawaianas (Lap Steel) o las Spanish Guitar (huecas) convenientemente modificadas por algún luthier entendido en instrumentos y electrónica: así pues, la Esquire se lo que los músicos estaban esperando para desarrollar su música de Country, Jazz y el incipiente e inevitable Rock & Roll. Era simple, sin adornos, básica… pero adelantada a su tiempo, tremendamente efectiva y potente.
El mercado al principio no aceptó ese novedoso instrumento, provocando en algunos retailers alguna que otra burla y la negativa a su distribución, e hizo que el cash-flow de la empresa se viera seriamente comprometido durante algunos meses, llegando incluso a acumular algunas deudas. Los distribuidores de instrumentos no querían apostar por esa nueva guitarra, así que Leo -convencido de las virtudes de su invento- optó por conectar directamente con los guitarristas y ofrecerles su nueva guitarra… y ahí empezó todo.
Leo Fender empezó a recabar “feedback” de los músicos y a mejorar su modelo. Desde abril de 1950 (fecha de la primera Esquire) hasta 1952, Leo Fender fue perfeccionando esta guitarra y corrigiendo algún “defecto de juventud”, incluyéndole una segunda pastilla y un alma metálica al mástil. Le cambió el nombre a Broadcaster, pero debido a problemas de patentes tuvo que rebautizarla definitivamente como TELECASTER, modelo definitivo desde 1952.
Conviene recordar de nuevo que Leo Fender era un contable aficionado a la electrónica, y destacar que nunca supo tocar una guitarra (dicen que ni siquiera sabía afinarla), por lo que el desarrollo de esta idea y este diseño tiene un mérito mayor si cabe. Podríamos considerar que Leo Fender es a las guitarras eléctricas lo que Henry Ford a los automóviles, un fenómeno empresarial que yo definiría como “la revolución desde la pasión”.
Para terminar, les dejo un vídeo del grupo Stormy Mondays, a los quienes el COVID-19 les pilló en plena gira y han tenido a bien regalarnos una magnífica versión del Atlantic City de Bruce Springsteen. La Fender Esquire debía sonar parecido a la guitarra del vídeo.
NOTA: Publicado en LinkedIn el 3 de mayo de 2020